HP9 Capítulo 2


Llamada de Emergencia

“Anri, escucha bien. Tengo una pequeña solicitud que hacerte, ¿te molesta?”

“¡De ningún modo! ¡Ordene como mejor le parezca!”

“Tráeme a todos los demonios que me sirven. Déjalos que se reúnan en esta sala.”

“Todos... ¿los demonios?”

Anri parece confundida mientras habla.

“En efecto. Hay algo que quiero decirles.”

“…Entiendo. Pero si puedo, ¿sería posible dejar a unos pocos para que continúen patrullando fuera de las murallas del castillo?”

“Puedes hacerlo. Yo no tengo nada contra ello.”

Aproximadamente pasaron treinta minutos. Ese es el tiempo que demoran todos los demonios en reunirse en esta sala, cada uno de ellos cayendo de rodillas.

...Hay muchos de ellos.

Tiene que haber diez mil de ellos, como mínimo. Son tan grandes en número que el gran salón ni siquiera es suficiente para contenerlos, y algunos se resignaron a arrodillarse más allá de la entrada. Me he topado con la multitud simplemente tomando paseos dentro del castillo, pero nunca me imaginé que mis tropas tenían tantas cabezas.

Bueno, supongo que no importa. Ahora mismo, tengo que ver mis planes.

“Todos ustedes, levanten la cabeza. Hay algo importante que deseo compartirles.”

Todos como uno solo, los demonios vuelven su atención hacia mí. En mi vida pasada, era el peor en hablar frente a grandes multitudes. Casi retrocedo por instinto, pero no puedo permitir que eso suceda. Recobro cada gramo de coraje que tengo y me levanto de mi trono.

“A partir de hoy, las Tropas del Rey Supremo se disolverán.”

Por un momento, toda la sala queda sofocada por el silencio. Dando a estos demonios su libertad; esa fue mi primera tarea como su gobernante supremo.

“¿¡Y-Yuuto-sama!? No puedes hablar en serio, ¿verdad?”

Anri, arrodillada en el frente, me pregunta esto con un tono tembloroso.

“Estoy en ello. Desde este día en adelante, ustedes son sus propios maestros. Pueden vivir sus vidas mortales como mejor les parezca.”

Bueno, no son humanos, así que no estoy seguro de cuánto les aplica la idea de una “vida mortal...” Pero esto debería resolverlo. Estos demonios deberían estar más que felices con esto.

Solo les llevo una fracción de segundos explotar en murmullos inquietos.

“¿Por qué Yuuto-sama diría algo como esto tan de repente...?”

“¿Podríamos haber hecho algo para ganar su ira...?”

“¡Oh! ¿Crees que Yuuto-sama está tratando de poner a prueba nuestra lealtad?”

“¡Eso es, tiene que ser eso!”

Ustedes realmente están interpretando demasiado sobre esto, ¿saben? ¿Te mataría solo aceptar las cosas tal como son?

“Entonces... ¡Entonces me quedaré aquí en este castillo!”

“¡Yo también! ¡Nada nos haría más felices que estar a su lado!”

“¡Yo también!”

Los demonios se ponen de pie uno tras otro. ¿Qué pasa con esta atmósfera? Esta no es la manera en que quería que las cosas salieran. Finalmente, todos se ponen de pie.

“¡Las Tropas del Rey Supremo se han reunido...!”

“¡Viva, Yuuto-sama! ¡Viva, Yuuto-sama!”

“¡¡¡Uooooooooooh...!!!”

Todos los demonios estallan en vítores de alegría. Parece que tratar de darles su libertad realmente me salió mal. ¿Cuán leal podría ser esta gente?

“No puedo ofrecer más que disculpas por romper el silencio al darme cuenta de sus verdaderas intenciones. Pero como puedes ver, Yuuto-sama, cada demonio aquí ve su devoción hacia ti como la mayor de todas las bendiciones. Eso me incluye, por supuesto.”

Anri baja la cabeza, casi agachada. No, decidiste totalmente estas “verdaderas intenciones” por ti mismo, ¿sabes?

“Así que te lo ruego, por favor permanece como el que gobierna sobre los demonios. Eso es lo que todos deseamos, desde el fondo de nuestros corazones.”

“…Puedo ver eso.”

Lo digo solo con completa resignación. Parece que todo lo que trato de decir terminará en otra ronda de ‘Viva Yuuto-sama.’

“¡Yuuto-sama! ¡Tengo un informe que hacer!”

Volviendo mi mirada a la voz que emanaba de la ventana, vi a un demonio con alas. Probablemente uno de los demonios patrullando el exterior.

“¡Tu! ¡Llamar a Yuuto-sama desde un lugar así es el pináculo de la falta de respeto! ¡Toma tu propia vida como castigo!”

“Tranquilízate, Anri. ¿Este informe es urgente?”

El gran salón se encuentra en una parte bastante alta del castillo, después de todo. Seguir el camino normal tomaría tiempo.

“¡S-sí! ¡Un gran ejército avanza hacia el castillo desde el sudoeste! ¡Cerca de cincuenta mil hombres fuertes!”

“¿Un ejército…?”

Me levanto de mi trono y me acerco a la ventana. Allí, puedo ver gente montando sus corceles, levantando nubes de polvo a medida que se acercan.

“Anri, ¿puedes verlos también?”

“Puedo. El huma, el ejército de alimañas, parece.”

Tu corrección está fuera de lugar, ¿sabes?

“Deben desear derrocar su reinado como Rey Supremo, Yuuto-sama. ¡Tal tontería...!”

Su rostro está torcido y distorsionado, y sus dientes ruidosamente se crispan uno contra el otro.

No está bien. Súper aterrador.

Anri gira para enfrentar a los otros demonios.

“¡Esto es una orden, todos ustedes! ¡Las tropas del Rey Supremo destruirán esas alimañas, y no dejen ni un hueso! ¡Les enseñaremos que luchar contra nosotros no es más que una locura!”

“¡Uooooooooooooooooooh!”

¿D-Destruir? ¡No dejar ni un solo hueso! ¡Guau, para tus caballos!

“Alto, Anri. ¿Planeas masacrarlos a todos?”

“Por supuesto, Señor. Las alimañas pueden tener fuerza en número, pero con la fuerza de nuestras tropas será tan simple como torcer la mano de un bebé recién nacido.”

“No, no. Eso realmente no es lo que quise decir...”

“Por favor, Yuuto-sama, este a gusto. No será más difícil que usar repelente de insectos.”

Las comisuras de su boca se levantan. No, no hay forma de que lo consiga. No importa si quieren mi cabeza en un plato; yo soy un ex humano. No puedo simplemente sentarme y mirar boquiabierto la masacre de cincuenta mil hombres.

“¡Vamos, nos movemos ahora! ¡Cumpliremos con las expectativas de Yuuto-sama!”

“¡¡¡Uoooooooooooooooooooooooh!!!”

¡No, no! ¡Esperen!

“¡Silencio!”

En el momento en que mi grito resuena, los clamores de los demonios se detienen.

“Todos ustedes, mantengan sus posiciones. Me ocuparé de esto yo mismo.”

Otra conmoción estalla entre ellos.

“¡Desea hacer esto por su cuenta, Yuuto-sama! No hay necesidad de molestarse; podemos—”

“Simplemente deseo ejercitar mi propia fuerza. Ha pasado un tiempo. Puedes quedarte aquí y disfrutar de la vista.”

“¡C-Como usted ordene!”

Mis ojos miran más allá de la ventana de nuevo. Todavía hay unos pocos kilómetros entre nosotros y el ejército. Tengo que admitir; esta es la primera vez que uso un conjuro desde mi reencarnación. No puedo evitar estar un poco nervioso.

No tengo la menor intención de dañar un pelo de sus cabezas. Quiero ser el gobernante supremo que no lastimaría a una mosca después de todo. Quiero mantener mis manos limpias. Enviar una pequeña explosión cerca de ellos debería ser suficiente para asustarlos.

Mi dedo apunta hacia el área frente al ejército.

“Encantamiento: ¡Cañón del Desastre!”

No puedo evitar pensar que el encantamiento suena demasiado parecido a algo que se le ocurre a un estudiante de secundaria, pero independientemente, un delgado rayo violeta se dispara desde la punta de mi dedo. Ni siquiera uso un solo porcentaje de mi poder, por lo que ese ejército debería ser...

¡¡¡BOOOOOOOM!!!

“... ¿Eh?”

No tengo palabras. Una gran explosión sacude la zona, lo suficientemente fuerte como para confundirse con un arma nuclear. El viento de la explosión llega al castillo, y los demonios en su interior no pueden evitar gritar de sorpresa. Una vez que recupero la cordura, toda el área al sudoeste de este castillo es un campo carbonizado, y no queda ni una sola señal del ejército.

Mi boca permaneció abierta por más tiempo de lo que quisiera admitir. Yo... No pensé que sería tan poderoso...

“¡Tengo un informe que hacer! ¡Hemos recibido la confirmación de que todos los cincuenta mil hombres han sido diezmados! ¡No quede ni uno de ellos!”

“…Sí. Gracias.”

Hablo con las manos en la cabeza. ¿No lastimare a ni una mosca? ¡Intenta eliminar a cincuenta mil personas...!

“Verdaderamente, como si la basura se desechara a través de una prueba de fuego. Como era de espera, Yuuto-sama. Es posible que nuestra clase los llame bichos, pero para el gobernante supremo, nuestro Rey Supremo, ¡apenas cuentan como criaturas vivientes! Yo, Anri, solo puedo ser vencida por la admiración.”

“...Heh... ¡Hehahahahah! ¡Por supuesto!”

Me río. Seguir el juego es la única opción para mí ahora.

“Yuuto-sama fue increíble, ¿verdad?”

“Pensar que él mostraría tal poder a pesar de contenerse...”

“¡Verdaderamente apropiado para el que está en la cima!”

“¡Con Yuuto-sama de nuestro lado, incluso la conquista del mundo no es un simple sueño!”

“¡Viva, Yuuto-sama! ¡Viva, Yuuto-sama! ¡Viva, Yuuto-sama!”

Rodeado de ruidosas alabanzas, lo único que puedo reunir es un suspiro largo y profundo.



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